miércoles, 8 de agosto de 2007

una hora .less

Hoy camine hacia tu limbo. Fue grato saber que aun finges para mí.
Es grato saber que tus mentiras aun caen en mi mente y las sensaciones no son ajenas en responder, es grato saber que en tu piel aun existe un olor conocido que mata la enajenación. Los labios de tu mente crecen cuando me ven y son capaces de dominarme por instantes tan largos, como hoy. Tu forma ya no es extraña para mí, eres casi parte de mi rutina mental. El letargo no pasa de ser más que un ojo dentro de la realidad, el otro se encarga de hacerme soñar. Y el tercero siempre denota congestión ante tanta impunidad.
¿Cómo es que no puedes saber quién soy aún? O tan solo es una mas de las tantas cosas que no quieres aceptar. Un recuerdo renace y muere en cada instante, pero hay días en los que la tristeza no es lo más bello que roza mi insania, hay días en los que el odio puede más, y coge a mi careta y la destruye en mil y un pedazos, me nutro de ti, pero al final es porque no tengo de quien más cogerme para poder sentir. Hoy recupere mi instinto, mi púrpura, pero aun me duele saber que es lo que tengo que hacer para que esto sea así.
La paranoia no deja de maltratarme, y eso ya no es bueno. Antes si, antes amaba tenerla conmigo, ansiaba el momento en que apareciese para poder dominarme y así palpar las palabras en mi mente.
¿Quién demonios hizo que apareciese al final del instante al horrible antaño?
Tu voz cambió de pronto y la mía también. Mi careta cayo pero mi acto tuvo que empezar, tuve que improvisar una salida frente a la insania que no dejaba de hacer que mi palpitar corriese como un toro ante el rojo frente a él, como Asterión soy libre pero ante mi real imagen los humanos corren despavoridos. Mi casa con mil bebederos sólo está en mi mente, y cada que la quiero mostrar, tú mueres.

Ahora sólo tengo en mis manos, el olor vacío del tabaco que llenaba antes los momentos más tristes para hacerlo más humanos, o más infernales. Hoy no sé que es mejor, al igual que ayer, al igual que muchos días antes de este.

La luz no deja de ser mi enemiga, un beso crea y mata.
Uno deja de ser quien es, hasta el día en que vuelve la insania a la mente más cuerda.

La imaginación de un enajenado devora las intenciones mas sublimes y devuelve a esta a su rincón mas tenue. La colisión de mi lado con uno de tus encerrados momentos de verdad, no es más que parte de un reloj malogrado, se repite cada que te veo, algo de hace años atrás cuando la piel se escarapelaba frente a tu aliento.
Caídas y más caídas,¿qué es aquello que mi caminar no ve para no tropezar?
La intención de morir para nacer es muchas veces mas fuerte que la propia falsa felicidad.