domingo, 27 de mayo de 2007

14 en lista corriendo

quien pues elige tu destino. no hubo quien te dijera atras en el tiempo que tu terminarias matando de poco en poco los corazones de los que te rodean. no hubo quien te dijera atras que tu error mata a todos por igual. nadie te dijo antes palabras que no motivaran tu tristeza, es obvio que las necesitabas, pero no puedes morir con ese sentimiento dentro de ti. nadie te dio la mano el dia que estuviste fuera del antro aquel sentado en la vereda, nadie comio contigo esa noche cuando llovia en la calle y lo que mas te importaba era la compañia, no hubo quien parara tu mano el dia que cogiste tus odios y les diste sabor a humo.
quien pues elige tu destino.
quisieras matarme pero no es verdad, quisieras que dejara de sonar todo para escucharte llorando desde el fondo.
quien pues. tu?
ahora tienes tu mano. la cogeras?

domingo, 13 de mayo de 2007

Expulsado del insomnio matinal (post)

Soñando con el tiempo en que las almas se inviertan y lleguen a colapsar en un instante infinito de redención infernal.
La sangre emana de las carnes rosadas y suaves, pero soy tú, el que pone fin a todo esto y me dices que estaba soñando con un área verde de sentimientos no concretos e ilusiones reales.
Matándome de la realidad a la que debo volver, mi eterna enfermedad.

Búscame en el fondo de tu mente, en un baúl de papel y crayones que yo construí, en la pared de tu corazón, en las puertas de tu amor, en la almendra del gato blanco llamado Lucifer, en las cosas pasajeras de tu intención
En la calle donde no te atreves a andar
¿Por qué crees que no hay luz en ese lugar?
Búscame pero no me encuentres porque estoy en el ayer.
Ya no seas más parte de tu necedad intrínseca e inconsecuente.
No me digas que no te ordene
Niégame y Ordénate:
Destruirme en un instante de fulgor avasallando a mí ser a el olvido, y si ya lo haz hecho, hazlo una y mil y una veces más, en el fondo de tu alma ya no estaré, pues soy tú el que me ordena, morir para vivir

Sea yo el ente ajeno, el que no pertenece a tu cobija
Sea yo el ente ajeno, el viento que viene y va
Sea por eso, cuando te pienso, éste no me toca.
Sea yo ahora él.